Un espectáculo creado junto a El Extranjero Teatro

Elenco: Merlina Molina Castaño / Luciano Ricio / Mariano Stolkiner

Música en vivo: Santiago Johnson / Ignacio Llobera

Asistente de dirección: Manuel Heredia

Dramaturgia y dirección: Mariano Tenconi Blanco


Todos los Viernes 23 hs.

Teatro El Extranjero - Valentín Gómez 3378

Reservas al tel.: 4862-7400 ó http://www.alternativateatral.com/

31 de mayo de 2011

20 de mayo de 2011

Crítica de Celia Dosio

Dos Tupamaros en bicicleta

por Celia Dosio

dramaturgia y dirección: Mariano Tenconi Blanco
elenco: Merlina Molina Castaño / Luciano Ricio / Mariano Stolkiner
músicos en vivo: Santiago Johnson / Ignacio Llobera
teatro: El Extranjero - Valentín Gómez 3378

Montevideo... comienza con el interrogatorio y posterior asesinato de Dan Mitrione, agente del FBI y “consultor” en tortura, a manos de dos militantes Tupamaros. La tensión dramática se da entre la gravedad de los acontecimientos históricos narrados y las vueltas de Francisco y Mas, los protagonistas, donde incluso no falta el humor. En una escena local poblada de obras que abordan estos temas (desde Esa extraña forma de pasión a El secuestro de Isabelita por citar dos ejemplos), ¿qué trae de nuevo esta visita al pasado revolucionario? En Montevideo... hay un desfasaje entre la personalidad pequeña, insegura, humana de los militantes y la causa que los convoca. Y es precisamente ese hiato el que elige contar Mariano Tenconi Blanco en esta obra.
Aunque con referencias muy precisas a los comienzos de la década del '70, Montevideo... no busca una reconstrucción histórica, la mirada está puesta en trazar desde lo emocional los recorridos de estos seres. Incluso, el anacronismo será un recurso más de la puesta. ¿Cómo hacer la revolución desde un país como Uruguay, tan cercano y tan distinto a la Argentina? Francisco (Luciano Riccio) es un joven que hace de la militancia un camino para el autoconocimiento. Viajará por el Uruguay, admirará a sus referentes, enamorará a la chica. Como en una sesión de análisis contará la historia de sus padres y dejará embarazada a su mujer. El eterno futuro del título, un futuro que no fue.

La propuesta escénica merece un párrafo aparte. Si Más (interpretado por Mariano Stolkiner) es un militante lleno de campechana parsimonia uruguaya, Ludmila (Merlina Molina Castaño) sondea los gestos de locutora hierática logrando pasajes muy interesantes. Los músicos en vivo ubicados contra el telón de fondo, aportan clima de época y región. Las ideas políticas, las fantasías más ocultas, los afectos más primarios forman un torbellino que en la puesta está resuelto como un recorrido circular de los cuerpos por el espacio. Entre lo emotivo y su extrañación se irán definiendo los personajes. Todo se desrealiza, Uruguay ya no es Uruguay, Montevideo sólo una idea, y así, queriendo enlazar la historia personal con la historia política de un país se vuelve la alegoría de una hybris revolucionaria.

Y pienso, casi como una cita obligada, en Mi vida después, de Lola Arias, como la contracara de Montevideo... una mirada desde hoy a ese pasado convulsionado y violento. Si Mi vida después fuera la necesaria memoria en la vigilia, Montevideo... resultaría en cambio un sueño caprichoso y extraño.

16 de mayo de 2011

Somos tapa de Montaje Decadente de Mayo

Fuimos elegido por la Revista Montaje Decadente de Mayo. Somos tapa, y nos han dedicado un extenso análisis.

Lo compartimos.










1 de mayo de 2011

Volver

Luego de tres funciones ausente por mi colaboración en la maravillosa Las Islas, dirigida por mi maestro Alejandro Tantanian, hoy he vuelto a ver MONTEVIDEO ES MI FUTURO ETERNO.

Luciano, Mariano, Merlina, Iña y Santiago desarrollaron una función épica, sumados a la excelente operación de luces de Mariano, y de sonido y todo lo demás del gran Manuel Heredia.

¿Cómo se agradece?

Después de tres semanas, estos titanes me regalaron la mejor función posible. Gracias.
MTB

Crítica en el Diario La Prensa, a cargo de Juan Carlos Fontana

20 de abril de 2011

Crítica en "Pan y Teatro Social Club", programa radial semanal conducido por Marcela Cairoli

Adjuntamos la crítica de Moira Soto para el programa "Pan y Teatro Social Club".

Podés escucharla aquí:  http://panyteatro.com/criticas.php

9 de abril de 2011

Crítica de Moira Soto

Una alfombra cuadrada que lleva inscrito el nombre Montevideo delimita el escenario y traza los lindes de esa ciudad y sus afueras, donde transcurren las escenas quizás intercambiables de esta obra del realmente joven (1982) dramaturgo y director (también actor, pero no aquí) Mariano Tenconi Blanco. Se trata del Montevideo del amanecer de la década de los ’70, ya signada por el accionar de tupamaros, la guerrilla revolucionara marxista liderada por Raúl Sendic.
En esa ciudad, tupamaros ha realizado el secuestro de Dan Mitrione, ciudadano norteamericano, agente de la CIA en Sudamérica, experto en sistemas de tortura que dio lecciones en Brasil y Uruguay (“el dolor justo, el lugar preciso, la cantidad exacta para el efecto deseado”, según su propia síntesis). Por eso, al comenzar la obra hay en escena un hombre sentado de espaldas sujeto a una silla y otros dos, armados, que lo custodian, lo increpan, lo amenazan.
Sobre el escenario hay dos bicicletas, un sofá blanco, un perchero: los objetos que serán usados durante la representación y que, según las instancias del relato no cronológico, y con la complicidad de la cambiante luz, contribuirán a modificar el espacio, a achicarlo, a expandirlo.
Al fondo, en el borde de la alfombra, dos músicos, voces y diversos instrumentos que se irán integrando naturalmente a la narrativa por medio de varios temas originales, a veces banda sonora en vivo, a veces acompañando, subrayando el canto de los personajes, al cierre entonando un clásico punzantemente evocador (Adagio para mi país, de Alfredo Zitarrosa), el tema ideal para que esa emoción que subyace en el devenir del espectáculo, retenida por la desdramatización y la condensación en escenas tremendas (la ejecución de Mitrione), tiernas (la relación fraterna entre Francisco y Más, dos tupamaros recreados desde la ficción), románticas (la historia de Francisco y Ludmila, locutora de TV), cuando no francamente delirantes (las citas a Marx y Hegel en el momento menos apropiado, lo que lleva a que resuenen con mayor nitidez, a la vez que pegan como gags verbales).
Montevideo es mi futuro eterno es la primera entrega del ciclo Canciones de amor para hacer la revolución (ya están escritas Bollywood –acerca de Bolivia- y Las lágrimas –Argentina- y en marcha la pieza relativa a México, particularmente a Ciudad Juárez, donde las mujeres asesinadas vuelven como zombis en plan revanchista). Entre los/as dramaturgos más creativos y refrescantes surgidos en años recientes, Tenconi Blanco se toma diestramente –en su segunda obra estrenada- varias libertades que denotan una actitud desprejuiciada, desmarcada de estereotipos y solemnidades: trata el tema de la guerrilla urbana uruguaya de los ’60-’70 con un humor afectuoso, entrañable, nunca sarcástico ni descalificador; muestra una relación entre varones con componentes de tocante ternura, de cuidado mutuo, de confesiones íntimas; presenta una historia de amor entre un hombre y una mujer sin incurrir en clichés, con gracia inédita, jugando con el género (“callate, tonta”, le dice ella a él) y formulando algunos hallazgos poéticos singulares (“te amo tanto que quiero ser mujer, pero no cualquier mujer: yo quiero ser vos”).
Por otra parte, el autor de Montevideo va al cruce de géneros narrativos con notable soltura, las canciones brotan espontáneas, las letras se incorporan a la trama sumando información, ideas, referentes (el tema más osado, menciona en detalle los métodos de tortura de Dan Mitrione); asimismo, Tenconi Blanco se permite la representación dentro de la representación en la conmovedora escena reparatoria en que Más interpreta al padre de Francisco. Y desde el lado masculino alega a favor de géneros populares considerados “femeninos” como la telenovela, el bolero, por no hablar de la manera entrañable que encuentra de honrar el tango… En esta obra, un guerrillero puede decir: “Estoy enamorado de Raúl Sendic” sin que se le caigan los anillos.
Se hace difícil despegar el texto de Montevideo de esta puesta y estas actuaciones con las que forma un todo constituitivo con la impronta personalísima de un creador que supo encontrar y dirigir a intérpretes inolvidables por la humanidad que destilan, cada uno en su estilo y con distintos recursos. Mariano Stolkiner encarna a un Mas duro por fuera pero capaz de derretir esa máscara si la situación lo amerita; Luciano Ricio tiene un instinto infrecuente para la comedia, al que suma un carisma irresistible, y Merlina Molina Castaño (además idónea vestuarista) resulta una presencia femenina atípica que enrarece la atmósfera con su figura lánguida y plástica, la ligera afectación (deformación profesional de locutora, probablemente) con que habla, preservando su misterio hasta el final.

Moira Soto

3 de abril de 2011

cuatro funciones

cuatro fantásticas funciones de una obra que nos encanta hacer.

Fotografía: Ernesto Tuqui Donegana


prometo próximos posteos algo más "ensayísticos". luego de cada función solo me embarga un amor maternal por el fantástico trabajo de luciano, mariano, merlina, santiago e ignacio.

MTB

20 de marzo de 2011

Matadores


Fotografía: Ernesto Donegana

Excelentísima segunda función. Muy buena recepción de quienes nos acompañaron ayer.
Nuestro elenco: Luciano Ricio, Mariano Stolkiner y Merlina Molina Castaño, y nuestros músicos: Ignacio Llobera y Santiago Johnson, matadores.

MTB

16 de marzo de 2011

Hacemos MONTEVIDEO ES MI FUTURO ETERNO

Elenco
Merlina Molina Castaño……Ludmila
Luciano Ricio……………………..Francisco
Mariano Stolkiner……………..Más

Música en vivo
Santiago Johnson
Ignacio Llobera

Vestuario
Merlina Molina Castaño

Realización de vestuario
Nelly de Carli – Merlina Molina Castaño

Escenografía
Alejandro Alonso

Realización de escenografía
Mary Blanco -  Mariano Stolkiner - Mariano Tenconi Blanco

Iluminación
Julio A. López

Fotografías
Ernesto Donegana

Diseño Gráfico
Klou Estudio Creativo

Voces en Off
Federica Presa – Miguel Mbumbele Ríos

Canciones
Letra: Johnson – Llobera – Tenconi Blanco
Música: Johnson – Llobera

Asistente de Dirección
Manuel Heredia

Dramaturgia y Dirección
Mariano Tenconi Blanco

Agradecimientos: Alejandro Tantanian, Alejandro López, Ana Drago, Carlos Tenconi, Fernando Lafuente, Mary Blanco,  Marco Gianoli, Mercedes del Campo, Mónica Driollet, Victoria Murphy,  Gabriel y Jorge de Klou, Alejandro Benítez, Alejandro Dramis, y Rodrigo y Cristian de El Extranjero Teatro.

14 de marzo de 2011

¡Feliz Estreno!

Finalmente, el sábado estrenamos. Estamos muy contentos.
Gracias a todos los que vinieron.

Gracias a todos los que nos ayudaron: Alejandro Tantanian, Ana Drago, Carlos Tenconi, Mary Blanco, Fernando Lafuente, Tuqui Donegana, Victoria Murphy, Mercedes del Campo, Alejandro Benítez, Alejandro Dramis, Marco Gianoli, Gabriel Jofré, Mónica Driollet, Federica Presa, Miguel Mbumbele Ríos, y Rodrigo y Cristian de El Extranjero Teatro.

Gracias a Julio López iluminador de lujo, y a Alejandro Alonso, escenógrafo estrella.



Fotografía: Ernesto Donegana

Y sobre todo, gracias a Merlina, Santiago, Luciano, Ignacio y Mariano por su fantástico trabajo.

MTB

12 de marzo de 2011

"Nosotros también somos revolucionarios"

Fotografía: Ernesto Donegana

Hoy, Sábado 12 de Marzo, a las 20.30 hs, ESTRENO.

Los personajes: Ludmila o el amor; hacer ficción con lo real

Ludmila, y el amor, o cómo hacer ficción con lo real. En sus palabras, una especie de ready-made sentimental, o algo así.
O algo así.

MTB

Francisco: Bueno, la novela utilizaría como materia prima a la biografía, que a veces es una autobiografía, y a veces son biografías prestadas. Y lo que hago es, sobre estas biografías, escribir ficciones.
Ludmila: Es un ready-made. Tú tomás un objeto –la biografía- y le cambiás el contexto.
Duchamp, siempre Duchamp.
Francisco: Duchamp.
Ludmila: Sí.

11 de marzo de 2011

Los personajes: Francisco para armar

"Yo no creo que alguien pueda estar muerto del todo".
"Hice todo por conquistarla. ¿Por conquistarla? ¿Por qué se dirá así, como si se tratara de una cuestión bélica?"
"Yo viví toda mi vida en Buenos Aires y vine al Uruguay para hacer la Revolución. Aunque cuando estaba en el vientre de mi madre, que es uruguaya, era como vivir en el Uruguay. El vientre de ella sería como una embajada portátil, y eso es para mí el Uruguay".
"El que quiere ser uruguayo es uruguayo y punto. Uno tiene el derecho de nacer donde quiera".
"Te amo tanto que me gustaría ser mujer. Pero no cualquier mujer. A mí me gustaría ser vos".

10 de marzo de 2011

Los personajes: el tango que cantaba el padre de Más


(Dedicado a AAL, porque toda biografía deviene ficción. Gracias. Siempre. MTB)

8 de marzo de 2011

Montevideo como una micro Moscú

"Siempre pienso que debería nevar en Montevideo, como si se convirtiera en una sucursal rusa en miniatura, un comunismo para llevar."

Pre Estreno, Sábado 12 de marzo de 2011

7 de marzo de 2011

Rosencof

Mauricio Rosencof, escritor y dramaturgo uruguayo, Ministro de Cultura de Montevideo, Tupamaro, etcéteras,  escribió un libro de sonetos llamado “La Margarita”, libro que fue convertido fielmente en disco por Jaime Roos. No es mi intención referirme a ese grupo de sonetos que constituyen “La Margarita”, sino al contexto de escritura de dicho libro. Mauricio Rosencof se encontraba detenido, estuve preso por más de 12 años, siendo víctima de torturas y vejaciones, alimentándose de insectos, bebiendo su propia orina. Con minas de lápiz que obtenía porque los oficiales le pedían escribir acrósticos (“acrílicos”, canas uruguayos dixit) para sus novias, ese contexto lo llevo a escribir sonetos a su primera novia, sonetos de amor ingenuo, tierno, puro, blanco.
Lo que a mí me fascina de este libro no son los sonetos, sino la relación de los sonetos con su contexto de escritura, lo que es decir, la relación entre arte y política, y aún más, la relación entre la ficción y lo real.
Esta problematización es motor de nuestra Montevideo; vaya un agradecimiento a Rosencof.

MTB

El ready made como hipótesis revolucionaria

Montevideo es mi futuro eterno trabaja sobre el concepto del ready-made de Duchamp. Por un lado, el trabajo consiste en la ficcionalización de toda biografía. En última instancia, la historia de un país (el Uruguay) no es más que otro hecho biográfico (sólo que a mayor escala de biografías), por ende utilizable como materia prima. Hay, como en todo, un primer motivo personal. Mi propia biografía tiene como origen al Uruguay, siendo yo hijo de madre uruguaya. Y hay, como en todo, motivos subyacentes. La obra, además del concepto de ready-made, tiene otro “concepto” (ya dudo si esta palabra es la más acertada) fuerte, y que asocio mucho a Puig: toda intimidad es política. Así, planteados los dos ejes, retomamos. Está el ready-made, y la conversión de todo objeto real en un objeto otro a través del procedimiento de sacarlo de su contexto, de cambiar la macroficción que lo contiene. Lo paradójico, lo dice uno de los personajes de la obra, es que es todo ficción, ya que es una historia escrita para ser contada, pero es todo real, ya que no son más que biografías (ficciones tomadas a priori como verdaderas) lo que se toma como material de inicio de dicha ficción. Lo que se pone en juego es el concepto de lo real. La televisión es lo real. El cine es lo real. Pero el teatro es, a todas luces, lo falso. (Uno va a un lugar a que le cuenten una historia, con objetos de mentira, etc etc). Pero el teatro político de los sesenta y setenta se proponía como lo real, como la verdad. Primer problema a la hora de hacer una obra manifiestamente política.
Montevideo es mi futuro eterno es una obra súper política pero asumiendo, como hipótesis de principio, lo artificial del gesto. Se plantea la verdad revolucionaria como otra ficción. A fin de cuentas, en Montevideo es mi futuro eterno no se cree en las verdades. Se cree en las ficciones. Quizás, una ficción que le hace guerra de guerrillas a lo real. Sea ése el primer gesto político del material. Usar la historia personal, y la historia de un país, como mingitorios.
MTB

¿De qué trata?

¿De qué trata tu obra? Alguien me hace esa pregunta y no sé qué decirle. Pienso: el asesinato de Mitrione, un “maestro de tortura” norteamericano llegado al Uruguay a capacitar a militares y policías, en mano de la agrupación de izquierda Tupamaros; o la historia de amor de un argentino convertido en militante de izquierda de Tupamaros, o la historia de dos tupamaros convertida en road movie uruguaya; pienso también en la paternidad, en la maternidad. Me doy cuenta de que no sé de qué trata la obra, una obra que es cada vez menos mía.
MTB

26 de enero de 2011